Ubicado en el céntrico Paseo de Recoletos de Madrid, una de las principales arterias de la capital, el Edificio Helvetia fue erigido a finales del Siglo XIX en el histórico barrio de Salamanca, a sólo unos metros de la Plaza de Cibeles.

Su catalogación como conjunto histórico de la Villa de Madrid, hizo que durante el trascurso de las obras fuera necesario aplicar una serie de condicionantes especiales relacionados con la protección del Patrimonio Histórico. Tras dos años de trabajos de remodelación, las actuaciones llevadas a cabo han permitido aunar la esencia del antiguo edificio con la modernidad. La renovación ha supuesto un reto por su vocación transformadora para un inmueble de más de 150 años de antigüedad.

Uno de los objetivos principales fue dotar de luminosidad al edificio, para lo que se reagruparon en un gran espacio central todos los patios de luces existentes, permitiendo una mayor entrada de luz gracias a la instalación de una estructura metálica con las fachadas acristaladas rematada con una amplia claraboya sobre el patio central. Además, se instaló un novedoso “muro verde”, uno de los pocos jardines verticales de Madrid, con más de 6.000 plantas.

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